Las series se ensayan con los oídos

Luismi Pedrero
4 min readJul 31, 2021

La creciente competencia en el mercado del audio ha convertido en estratégica la producción de ficciones sonoras, con un coste asequible y gran proyección audiovisual

«El 11 de abril de 2018 una tormenta solar de extraordinaria fuerza inutiliza los satélites y gran parte de los sistemas eléctricos, dejando el planeta en completa oscuridad. Sin internet ni telefonía. Sin televisión ni luz eléctrica. A los pocos días, la comida y el agua potable empiezan a escasear, lo que da lugar a disturbios en las grandes ciudades. En la radio, que funciona de manera intermitente, se repite un mensaje gubernamental que llama a la calma. Pero pasan los días y las calles se vuelven cada vez más peligrosas».

Con esta apocalíptica entrada arranca El gran apagón, la audioserie de ficción que estrenó en junio de 2016 la entonces recién nacida Podium Podcast. Se trababa de la primera plataforma que apostaba en nuestro país por la producción profesional de un formato que, cinco años después, no sólo se ha asentado ya en la dieta de ocio digital –casi el 40% de internautas españoles los escuchan con regularidad–, sino que además se ha confirmado como una especie sonora con enorme caudal creativo y comercial.

Del audio a la pantalla

Lejos de fabular, aquella profecía sobre los riesgos de una explosión solar se adelantó al protocolo que solo meses más tarde aprobó Barak Obama para preparar a Estados Unidos ante una inclemencia semejante, una medida que su sucesor, Donald Trump, actualizaría en 2018. La imaginación de José A. Pérez Ledo, creador del El gran apagón y de la no menos prospectiva Guerra 3, se demostró una «ficción de anticipación» que un lustro después se transformará en una serie para disfrutar en pantallas.

De la mano de Buendía Estudios, Movistar+ empieza a rodar en otoño una adaptación de esta distopía a cargo de cinco guionistas de acreditada experiencia en televisión y cine: Isabel Peña (Antidisturbios), Rafael Cobos (La Peste), Fran Araújo (Hierro), Isa Campo (La próxima piel) y Alberto Marini (La Unidad). Serán seis episodios de 50 minutos concebidos como cuarta temporada de un podcast cuyas 24 entregas sonoras (tres sesiones de 8 capítulos cada una) acumulan seis millones y medio de escuchas.

La ficción sonora como embrión de la audiovisual

La eclosión del podcast ha revitalizado el atractivo de la ficción sonora que tanto éxito alcanzó en las soap operas radiofónicas de mediados del siglo pasado. Sobre ellas se asentaron las bases narrativas de los seriales televisivos, y precisamente de uno de los más recientes y longevos, Acacias 38 –emitido de forma ininterrumpida en La1 desde el 15 de abril de 2015 hasta el 4 de mayo de 2021– surgió en verano de 2020 la derivación sonora Maitino; a lo largo de doce episodios se dio continuidad a la relación amorosa de dos protagonistas –Maite y Camino– tras su desaparición de las tramas en pantalla.

Ha sido tal la aceptación de esta expansión transmedia que TVE se está planteando grabar una spin-off centrada en ellas, una estrategia parecida a la que Antena 3 llevó a cabo con la pareja de Luisita y Amelia (Luimelia) al finalizar la célebre Amar es para siempre, aunque con la particularidad de haber testeado antes las posibilidades de esa ficción a través del podcast.

Algunos podcasts con aspiraciones televisivas

La creciente competencia en el mercado del audio para la audiencia hispanoamericana –casi 600 millones de personas comprenden el español, segunda lengua materna del mundo por número de hablantes después del chino mandarín– está convirtiendo en estratégica la producción de ficciones sonoras, que no solo permiten imaginar infinitas historias a un coste más asequible que el de las series para TV o plataformas, sino que proyectan universos narrativos posteriormente extensibles al entorno audiovisual.

En una lista con cada vez más ejemplos conviene mencionar, de entrada, a Biotopía, definida por los medios como «una serie de ciencia ficción en formato podcast, hija de la radionovela y nieta del folletón y los juglares». Creado y escrito por Manuel Bartual durante el confinamiento, este proyecto multimedia –se complementa con una web, una newsletter diaria y perfiles en redes sociales– fantasea con los experimentos «impensables» de decenas de científicos en torno a la materia, el tiempo y el espacio.

También en un escenario futurista, pero marcado por las catástrofes climáticas, se desarrolla Santuario, nueva audioserie de Manuel Bartual junto a Carmen Pacheco. Cuenta con las voces actorales de Aura Garrido, Melina Matthews o Manolo Solo, cuya popularidad –igual que los repartos de El gran apagón, Guerra 3 o La esfera en Podium Podcast– refuerza el potencial visual de estas ficciones sonoras con tramas y mensajes asimilables a los de los grandes títulos en plataformas como Netflix o HBO.

Desastres naturales por el cambio climático y alegorías distópicas enhebran también los argumentos de SED: La Advertencia (audioserie mexicana producida por Xook y Sonoro cuya primera temporada abarca seis capítulos) o las producciones chilenas de Emisor Podcasting Caso 63, Borrado, Turing (firmadas por el cineasta Julio Rojas) y Ave de Presa. Esta última también puede verse en YouTube apoyada en audiogramas y el subtitulado de los diálogos, es decir, con la misma estética de Calls, uno de los thrillers más aclamados en Apple TV. ¿Un experimento? ¿O la prueba de que la ficción sonora se utiliza como ensayo para la audiovisual?

Publicado originalmente en “El Debate de Hoy”, https://eldebatedehoy.es, el 30 de julio de 2021.

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Luismi Pedrero

Periodista, profesor e investigador en la Facultad de Comunicación y Artes de la Universidad Nebrija (Madrid)